martes, 23 de octubre de 2012


“Familia Del Siglo XX Al XXI Y Su Trasformación”

El siglo XX recibe a los grupos familiares mexicanos con fuertes contradicciones y divisiones, ya que se conservaban costumbres coloniales, con base en un rígido patriarcado o matriarcado en donde los padres o ya sea el caso las madres en primera instancia y posteriormente la comunidad, tenían injerencia en la elección de la pareja y la celebración de los matrimonios y se tenía un respeto importante por los vínculos de parentesco.

Además de las características se establecen patrones de relación modernos, que posibilitan el establecimiento de grupos familiares pequeños y con ciertas características de nuclearización, pero que a pesar del establecimiento de estilos de vida modernos y una importante individualización de las personas, durante este periodo se mantuvo una importante organización con base en los vínculos de parentesco. De ahí que se mantuvieran fuertes tendencias familistas de lealtad y cohesión con una preponderancia del padre o según sea el caso la madre, pero con límites sobre las elecciones individuales.



En estos tiempos y a partir de las transformaciones que se han dado dentro de la sociedad mexicana, los patrones de relación y estructuración de los grupos familiares sufrieron transformaciones importantes, especialmente y de manera mucho más clara el tipo de relaciones que se presentan al interior del grupo familiar, ya que aunque sigue presentándose una dinámica patriarcal o matriarcal, existe una fuerte presencia de equidad en cuanto a las tareas y obligaciones acompañada de una importante expresividad emocional y afectiva entre la pareja y los hijos, por lo que las diferencias de género no son una mera repetición de los patrones anteriores, ya que a partir de los nuevos contextos, las desigualdades son asimétricas y corresponden a arreglos específicos al interior de cada grupo familiar.

Dentro de este contexto, se presentan dos tipos de organización al interior de los grupos familiares: el primero, se refiere a mujeres que se han mantenido fuera del ambiente laboral, y han preferido dedicarse a las labores domésticas por elección, situación que marca un distanciamiento importante de los patrones más tradicionales, ya que a partir de esta elección, es que la mujer se posiciona de manera distinta en este rol, teniendo mucha más libertad en cuanto a sus decisiones en lo referente a la crianza de los hijos, su rol como madre y el ejercicio de su sexualidad.

Mientras que el segundo, se ubica con mujeres trabajadoras, con mayores niveles de escolaridad similares a los de sus parejas y que se encuentran con amplios márgenes de negociación en cuanto a la organización del trabajo, la manutención económica y el ejercicio de la sexualidad, lo que ha propiciado una mayor flexibilidad en los roles, creando la necesidad del ejercicio de roles funcionales más que sociales. Este tipo de relaciones se han vuelto más complejas y conflictivas, ya que se encuentran más abiertas a la racionalidad y el escrutinio, por lo que se encuentran mucho más expuestas a la redefinición, conflicto y ruptura.

Los puntos anteriores generan que los grupos familiares en los albores del siglo XXI, presenten dinámicas y formas de organización sumamente flexibles y líquidas, de ahí que los patrones de referencia y conceptuales clásicos no tengan suficiente potencia explicativa, por lo que sería necesario el desarrollo de nuevos conceptos y miradas teóricas que permitan una explicación y contextualización de estos grupo en las condiciones dadas, especialmente porque a pesar de las características de la época, se observa que las redes de parentesco siguen jugando un importante papel en la organización de los grupos familiares, que rebasan los núcleos residenciales y cohabitacionales, ya sea para el intercambio de bienes y socialización, o para la compartición de ayuda y sobrevivencia ante situaciones de marginación y pobreza.

En lo que se podría llamar La crisis de la familia patriarcal o matriarcal según sean los diferentes tipos de estructura familiar en situación actual en el que se puede presentar un análisis de las condiciones que se articularon durante todo el siglo XX para propiciar la crisis del patriarcado/matriarcado, así como sus posibles consecuencias en la conformación de la personalidad individual,





Ivan Aguila

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